En la lectura de hoy con Nahuel Alvarez, en base al libro “El ultimísimo Lacan” de Jacques Alain Miller, me surgió esta idea que aquí expongo.
Cuando era niño tenía un libro de páginas cuadradas y gruesas de cartón. En cada página había un agujero que dejaba ver algo de la página siguiente. La primera página tenía un gran agujero y se iba achicando en las sucesivas. Estaban alineados de tal manera que desde el principio ya se veían todos los agujeros y un poco del dibujo de cada página. Al ir avanzando en la lectura se iba cambiando el sentido del agujero durante el relato.
En mi preadolescencia me gustaba realizar manualidades varias. Un libro de manualidades planteaba la técnica de Layered PaperCut. Algo así como «cortes de papel en capas». Esta técnica se basaba en ir superponiendo capas de papeles para armar escenarios o personajes con ilusión de tridimensionalidad. En esa época, también me interesaba la animación y había visto montones de documentales que mostraban cómo se componían las escenas de las películas de Disney o los niveles con ilusión de parallax o profundidad de los videojuegos. Con la superposición de acetatos o capas transparentes con los elementos pintados se iba componiendo la imagen.
Todo eso hace serie para lo que se me ha ocurrido en relación al trabajo en análisis como hipótesis metafórica.
El trabajo podría ser ir sacando capas del landscape papercut, esa imagen que deja ver que hay algo detrás. Esa capa da sentido a la totalidad, como las fantasías que se van trayendo a la sesión. Hay una creencia de que hay una capa final que no tiene agujero, una verdad que, una vez retiradas todas las capas será revelada. Desde las aproximaciones de la ciencia y la tecnología actual (en las que incluyo el consumismo, terapias alternativas, neurocientíficas y cognitivas) se buscaría esa verdad.
La ética del psicoanálisis, en cambio, se dirige al agujero y lo tiene en consideración, la infinitesimal distancia entre Aquiles y la tortuga (Miller, J.-A. (2014). Los divinos detalles. Paidós.) se vuelve el objeto del psicoanálisis. La verdad mentirosa (Miller, J.-A. (2013). El ultimísimo Lacan. Paidós.) se vuelve la premisa que apunta a ese real sin leyes. Es necesario desarmar un poco la creencia en el Uno, en la completud de esa última página sin agujeros y redireccionar el interés en la sucesión de agujeros que nos permiten construir una forma de convivir con el real sin ley.
Volviendo a la serie de las capas, el trabajo en análisis sería seguir el relato del librito, sabiendo que cada página es una verdad mentirosa, sólo para llegar al final sin la idea de que hay una moraleja en la historia que aclara todo. Y asi apreciar la importancia de la presencia de los agujeros en cada página y hacer algo con eso, algo cada vez, algo que funcione pero que no descrea del agujero.
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